Publicado en el Boletín del Asociado de la SNI_ Diciembre 2024
Si bien la macroeconomía del país parece estar caminando todavía: inflación anual menor al 3%, crecimiento del PBI del 3%, balanza comercial positiva, reservas crecientes, deuda externa reducida, entre otros, se pueden percibir los siguientes factores de riesgo para los negocios en Perú:

- La pobreza se ha incrementado, está enquistada en el interior y ha crecido a nivel urbano.
- El nivel de anemia en niños es muy alto en todo el país, supera el 30% y es mayor al 40% en 9 departamentos.
- El nivel de atención del sector salud es muy pobre y el nivel de educación no es de la calidad requerida.
- Los partidos políticos tradicionales no muestran una estrategia clara.
- Los nuevos partidos políticos tienen miembros que, en su mayoría, no se encuentran debidamente preparados.
- Se percibe un incremento en la desorganización del sector público, aquejado por la falta de desarrollo de su personal y el incremento de la corrupción.
Como consecuencia, un segmento importante de la población tiene pocas oportunidades laborales debido a su escasa preparación y a un soporte del Estado débil. Esto ha venido generando un incremento en la informalidad laboral y en las actividades ilegales.
Es, por lo tanto, imperativo que el empresariado peruano participe en política no solo a través de sus gremios, sino que algunos de sus representantes que deseen hacer carrera política pasen a esa arena, fortalezcan partidos políticos que busquen formar parte del Estado peruano para revertir la tendencia de deterioro actual.
En paralelo, el empresario peruano debe adaptarse a los cambios, como los que traerá el puerto de Chancay: mayor comercio y servicios relacionados, y abaratamiento de materiales y equipos. Esto favorecerá a los exportadores, pero golpeará a la manufactura dirigida al mercado local. Por ende, es relevante que las empresas locales modifiquen sus productos/servicios para diferenciarse o busquen nuevos mercados.

Por otro lado, de haber un alza de los aranceles que EE. UU. posiblemente cargaría a los productos de origen mexicano (+25%), canadiense (+25%) y chino (+10%), se tendrían diversos impactos:
- China se vería afectada al tener menores ventas a EE. UU., e indirectamente el Perú, dado que China es uno de sus principales socios comerciales. Por lo tanto, el Perú tendrá que buscar atender otros mercados: Europa y otras regiones.
- En el caso de México y Canadá, no son tan relevantes, por lo que el impacto indirecto en Perú será reducido.
Un asesor de Trump, Mauricio Claver-Carone, sugirió que EE. UU. incremente los aranceles de todos los productos que pasen por Chancay en un 60%. De ser así, el puerto de Chancay sería utilizado para movimientos hacia países distintos a EE. UU., lo que reduciría su atractivo, pero no a cero, dado que seguiría siendo un puente desde y hacia Asia.
En resumen, hay mucho trabajo que las empresas peruanas deben hacer. No solo deben buscar mantenerse competitivas y apoyar a las comunidades con las que interactúan, sino que además deben monitorear que se fortalezcan los partidos políticos y el Estado, y estimular que algunos de sus mejores funcionarios pasen al campo de la política. Mejorar la organización del Estado y su eficiencia es imprescindible para que las empresas continúen siendo sostenibles.

Especialista en finanzas, análisis cuantitativo y gestión por procesos. Más de 20 años de experiencia en planeamiento y asesoría financiera en grupo petrolero OIG y en el BCP en el área de riesgos crediticios